Luces Led: toda una revolución

«Una nueva luz para iluminar al mundo». Así calificó la Real Academia Sueca de Ciencias a las ya populares luces LED, cuando en 2014 les otorgó a sus creadores el Premio Nobel de Física. Desde aquel entonces la tecnología continuó extendiéndose a más ámbitos, hasta los más variados usos y aplicaciones en el mundo moderno.

 

Esta forma de iluminación, en su momento supuso una auténtica revolución en la industria, ya que permite obtener una fuente de luz con un consumo de energía mucho más eficiente y es respetuosa con el medio ambiente. Aunque al momento de otorgar el prestigioso premio, la invención tenía apenas unos 20 años, los miembros del Comité consideraron que «ya había contribuido a crear luz blanca de una forma completamente nueva para beneficio de todos».

Hoy es algo común el uso de luces LED en distintos ámbitos, desde la industria del entretenimiento hasta la iluminación del hogar. Precisamente, porque la aplicación de este tipo de luz trajo aparejados grandes beneficios: al usar el LED azul, la luz blanca puede ser creada de un modo completamente distinto a cómo se hacía anteriormente.

En realidad, la transformación de esta tecnología se inició cuando los físicos produjeron luz azul brillante con semiconductores, algo que los científicos procuraron lograr durante décadas. Y finalmente, lo consiguieron: la tecnología LED transformó por completo el siglo XXI, tal como lo hicieron las lamparitas eléctricas de luz en el siglo XX. Debido a su potencial y los resultados que permitió obtener, este invento puede ser comparado con un total de 16 bombitas de luz regular y cerca de 70 lámparas fluorescentes.

 

Eficiente y amigable con el ambiente

 

Uno de los principales aspectos en relación a la tecnología de luces LED es el vinculado con el cuidado del medio ambiente, ya que permite economizar recursos: los materiales que se utilizan pueden durar 100 mil horas, lo que establece una diferencia abismal con las 1.000 horas de luz que aportan las lámparas incandescentes, y las 10 mil horas proporcionadas por las luces fluorescentes.

De este modo, su uso permite un importante ahorro de energía, pues consume aproximadamente un cuarto de la electricidad que requería el tipo de iluminación habitual hasta que su utilización se extendió de forma masiva.

 

Dado que alrededor de un cuarto del consumo mundial de electricidad se dedica a iluminación, los LED contribuyen a un enorme ahorro de los recursos del planeta.

 

Siete años atrás los ganadores del Premio Nobel de Física fueron Isamu Akasaki, Hiroshi Amaro y Shuji Nakamura: los dos primeros científicos japoneses, y el último un ciudadano estadounidense nacido en Japón. Ellos fueron reconocidos por el Comité de la Academia por su “invención de diodos con emisores de luz azul eficiente, que permiten brillar y dar una fuente de luz blanca con ahorro de energía».

Ese fue el hito principal que impulsó el desarrollo de la tecnología LED y su expansión hasta límites insospechados, dado que actualmente puede emplearse tanto para iluminar casas y oficinas o en el alumbrado público, como en las pantallas de celulares, computadoras y televisores.

Con la luz azul emitida por diodos (LED, por sus siglas en inglés), la física dio un extraordinario paso hacia una nueva era, al encontrar cómo aprovechar otra forma de energía mucho más eficiente, y permitirle a la humanidad disponer de un recurso de luz más amigable.