¿La Generación Z, la más miope?

Entre los principales motivos por los cuales los jóvenes que integran la Generación Z serían los más miopes, está su estilo de vida. Pero existen una serie de hábitos que se pueden modificar, para ayudar a reducir los riesgos de padecer problemas visuales.

 

Los jóvenes de la Generación Z nacieron con la tecnología a la mano y están siempre online. Pasan mucho tiempo entre redes sociales, chats, correos electrónicos y video llamadas a toda hora del día, incluso antes de dormir. Además, salen menos tiempo al aire libre. Todo esto ocasiona un alto riesgo de sufrir afecciones visuales.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la miopía es uno de los defectos refractivos más comunes en el mundo. Para 2050 la mitad de la población podría padecerla y pese a que existe principalmente un origen genético, múltiples factores la acelerarían. Uno de ellos, es el incremento exponencial del uso de dispositivos móviles y pantallas entre los más jóvenes. Y es muy probable que tras la emergencia sanitaria por Covid-19 el grado de miopía se incremente significativamente; debido al confinamiento y los nuevos hábitos de actividades online, educación remota y teletrabajo, que provocaron un enorme aumento de las tareas visuales a corta distancia.

 

Es imprescindible adoptar ciertos cuidados a la hora de usar los dispositivos digitales, especialmente en la Generación Z, la población con mayor riesgo a largo plazo.

 

Algunos hábitos que se pueden adoptar para reducir los riesgos de miopía son:

No estudiar, leer, ni pasar más de dos horas seguidas frente a las pantallas, y hacer descansos de al menos 10 minutos cada hora.

En todos los casos, prestar atención a la distancia de uso de los distintos aparatos: lo ideal sería entre 35 y 40 centímetros; y 50 cuando se trata de un dispositivo portátil. También es importante mantener una postura correcta.

La iluminación del ambiente: que la luz venga desde arriba, evitar que produzca reflejos o sombras en la pantalla, y que siempre sea una luz fría, neutra y de calidad.

No usar formatos de letras muy pequeños y ajustar convenientemente el contraste de la pantalla. Cuando se usa excesivo brillo, se fuerza más la vista lo que puede generar daños a largo plazo.

Consultar con el oftalmólogo sobre los productos disponibles en el mercado. La innovación en este campo es un gran aliado a la hora de buscar protección. Las lentes fotosensibles Transitions Signature Gen 8 son una excelente opción. En interiores, filtran la luz azul dañina emitida por fuentes artificiales, como las luces led y las pantallas de los dispositivos digitales. En exteriores, se oscurecen para ayudar a proporcionar aún más protección contra la luz azul nociva, el brillo intenso y los rayos UV del sol.

Pasar más tiempo en el exterior: al menos una hora al día realizando alguna actividad al aire libre, puede reducir el riesgo de miopía o hacer que progrese a un ritmo más lento.

Fomentar estos hábitos desde la infancia y la adolescencia permite que se adopten rutinas que facilitarán una visión más saludable. Por eso el Consejo Argentino de Oftalmología (CAO) remarca la importancia de acudir al médico oftalmólogo al menos una vez al año y la necesidad de no suspender tratamientos oftalmológicos, teniendo en cuenta el contexto actual ocasionado por la pandemia de COVID-19.

 

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