La automatización y la robótica son técnicas con gran demanda para todo tipo de procesos, aplicadas especialmente en la producción y líneas de montaje con distintos sistemas de Visión Artificial. La IA ya ha probado también su eficacia en el diagnóstico de enfermedades oculares, y cada vez se acerca más a la óptica.
Los sistemas de visión inteligente son métodos automatizados que permiten, entre otras cosas, procesar y analizar en forma precisa imágenes durante los procesos de fabricación. La clave de su funcionamiento radica en dos componentes: las cámaras y el software instalado.
Estos sistemas ya no son sólo un mecanismo de selección y control de calidad, sino que también pueden asumir tareas y aportar información en todo el proceso industrial. Además, como los sistemas de visión trabajan en tiempo real 24 horas todos los días, brindan datos precisos en cada instancia y generan estadísticas detalladas.
Los sistemas de visión artificial se relacionan con la robótica industrial: son los ojos que guían al robot para realizar labores automáticas, ya sea de colocación, envasado u otras acciones.
Usos de la Visión Artificial
Los modernos sistemas de visión artificial se basan en entrenar a un algoritmo de IA para que sea capaz de reconocer imágenes de objetos, formas, caras, patrones y estructuras más complejas, incluso acciones que implican movimiento. Y tienen múltiples aplicaciones.
- Reconocimiento facial: método que se utiliza como verificación de identidad, o para validar servicios de pago sin introducir contraseña
- Conducción autónoma: los vehículos llevan cámaras de video, capaces de reconocer señales de tránsito, carreteras, otros vehículos, objetos, peatones u obstáculos. La visión artificial se entrena para adquirir patrones de conducción.
- Control de aforos y distancia entre personas: en el contexto actual, los algoritmos pueden distinguir cuántas personas hay en un determinado espacio.
- Inspección óptica: en alimentación para reconocer alimentos o envases, que cuando no cumplen con los requisitos se apartan en una cinta transportadora.
La IA ya se usa para la detección y diagnóstico de enfermedades oculares, y para ayudar en su tratamiento, con prometedores resultados en el ámbito de la salud
También para diagnóstico y en la óptica
En oftalmología, los sistemas basados en los algoritmos de aprendizaje profundo son entrenados con un gran número de imágenes oculares. Así aprenden a distinguir entre una imagen normal y una que no lo es. La inteligencia artificial ha demostrado que puede contribuir a identificar, sobre todo, dos patologías oculares específicas: la retinopatía diabética, y la degeneración macular.
Hay ya algunos dispositivos para ópticas que utilizan IA, por ejemplo, aquellos que que se utilizan para mejorar las habilidades visuales. Se trata de un conjunto de tests y actividades para aplicar en pacientes con ciertas disfunciones en su vista, también para facilitar la adaptación a lentes progresivas o evaluar afecciones oculares relacionadas con diversas patologías.
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