La industria óptica empieza a tomar en cuenta nuevos hábitos de consumo generales que sin duda afectarán la decisión de compra de muchos usuarios de anteojos. Este nuevo tipo de consumidor responsable busca productos amigables con el medio ambiente y considera cuál será su impacto sobre la ecología antes de adquirir un nuevo producto. ¿Cómo responde el sector ante esta tendencia, que se afianza en el exterior pero también en el mercado local?
Desde hace algunos años ha aparecido un tipo de consumidor (denominado “greener”) que le da gran importancia a todo relacionado con el cuidado del medio ambiente y el desarrollo sustentable; y quiere que esa idea se vea reflejada en los productos que compra: desde los materiales hasta las técnicas utilizadas en su fabricación.
Son varios los casos del sector óptico que se suman a esta tendencia, con la idea optimizar los pasos de producción y obtener artículos reciclables o hechos con materias primas a partir de recursos renovables. Así, han surgido en la industria productos y procesos que, en conjunto, podrían definirse como ecofriendly.
Hoy marcas independientes y algunos de los grandes fabricantes buscan alternativas de materiales sustentables para llegar con su oferta a este tipo de usuarios, tanto en el exterior como en el mercado local: desde colecciones realizadas en distintos tipos de madera, hasta líneas íntegramente fabricadas con plástico reciclado.
Los productos amigables con el medio ambiente igualan en calidad y diseño a cualquier otro: ya no se asocian con una imagen más bien rústica.
Desde la cuna de las gafas
A nivel internacional, distintos grupos trabajan en innovadoras soluciones. Especialistas italianos crearon los bioanteojos: armazones hechos por artesanos del Véneto, con un plástico de origen vegetal derivado del maíz, logrando un producto orgánico. También en la región francesa del Jura, donde se concentran las principales firmas productoras de anteojos, experimentan con materiales no tóxicos para la fabricación de gafas, y brindan cursos acerca de las regulaciones en materia de producción ecológica, entre otras iniciativas.
Son varias las marcas que ofrecen anteojos de madera, que resaltan el estilo y el diseño, combinados a veces con otros materiales. Socialmente responsables desde el proceso creativo, intentan respetar plenamente el desarrollo sustentable en términos de fabricación y en la adquisición de materias primas.
Hacer eje en la cualidad ecofriendly de los anteojos pueden ser un buen recurso de marketing, para usuarios que priorizan el impacto de sus hábitos de compra
Estos armazones utilizan muy poco de un material completamente natural, (mil patillas requieren cortar un solo árbol), garantizando la trazabilidad de todos los elementos empleados. Se utilizan sólo maderas de origen controlado, que provienen de regiones en la que rige la reforestación sistemática. Además, las fábricas están equipadas con sistemas de filtración de agua y purificación, y usan tinturas con muy baja toxicidad.
Eco Design, una opción en la óptica
Así surge el concepto de Eco Design, una aproximación gradual al problema que ya ha hecho su aparición en la industria óptica. Se trata de buscar materiales naturales o biodegradables (maderas, bioplásticos o fibras, entre otros) que se utilizan cada vez más para fabricar gafas.
¿Hay usuarios de anteojos con estas inquietudes? Cada vez más. En el exterior, el “greener” es ya un tipo de consumidor que muchas marcas y empresas tienen en cuenta. Y también van a seguir creciendo en el mercado local. Por eso, es importante conocer las particularidades de este segmento: ¿está tu óptica preparada para este nuevo cliente?.